viernes, 26 de junio de 2015

"...y a mí, que ha pocos días que salí de ser gobernador y juez... toca averiguar estas dudas y dar parecer en todo pleito."




Segunda parte del comentario al capítulo 2.66 del Quijote, publicado en "La acequia", en la entrada titulada "Camino de vuelta a casa" , correspondiente al día 9 de septiembre de 2010.

Se acercan y un labrador les pide su opinión, como parte inocente, en una apuesta. 

Don Quijote acepta y el hombre le cuenta la historia de un vecino muy gordo, once arrobas, que desafió a correr a otro muy flaco, cinco arrobas. La carrera había de ser de cien pasos con pesos iguales. Preguntan al desafiador como igualarían los pesos y propone que el desafiado, el de cinco arrobas, se ponga seis de hierro a cuestas. 

A Sancho esto le suena, parece un caso como los que propusieron al gobernador de Barataria. No le parece bien lo de cargar con hierro al flaco y contesta antes de que lo haga su señor. Les dice que él dará su parecer, puesto que fue gobernador y juez, pocos días ha. 

Don Quijote se siente sin ánimo, no está ni para dar migas a un gatito, y le da licencia. 

Los labradores, con la boca abierta, esperan su sentencia. 

Sancho opina que no es justo lo que el gordo pide porque el peso añadido le impediría vencer. Y su veredicto es que el gordo “se escamonde, monde, entresaque, pula y atilde”. ¡Cómo me gustan estos verbos! En conclusión, que saque de su cuerpo seis arrobas de carne, como desee. ¿Dieta, ejercicio o rebanando algún pedazo? Los dos con cinco arrobas y a correr. 


"...es mi parecer que el gordo desafiador se escamonde , monde, entresaque, pula y atilde, y saque seis arrobas de sus carnes..." 

Uno de los labradores compara a Sancho con un bendito y con un canónigo, pero está seguro de que el gordo no ha de querer. 

Otro da la solución final: que no corran, el flaco no se muela, el gordo no se descarne, echen la mitad de la apuesta en vino y lleven a la taberna a “estos señores”. En conclusión, que les importa una higa la apuesta y el vino es el que ha de correr. 


"Lo mejor es que no corran... y échese la mitad de la apuesta en vino, y llevemos estos señores a la taberna de lo caro..." 

Don Quijote lo agradece pero no puede detenerse, pasa adelante y los deja admirados de su extraña figura y la discreción de Sancho. 

Uno de ellos comenta que si el criado es tan discreto, el amo lo será más. Y apuesta que, si van a estudiar a Salamanca, pronto serán alcaldes de corte. ¿Estudiantes don Quijote y Sancho? Si que ha debido correr el vino en estas fiestas… 




Amo y mozo pasan la noche en mitad del campo, a cielo descubierto. (Sigue) 

Un abrazo de.

María Ángeles Merino

Copiado de "La arañita campeña", de la entrada con el mismo título.
http://aranitacampena.blogspot.com.es/2010/09/y-mi-que-ha-pocos-dias-que-sali-de-ser.html

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