Se acercan y un labrador les pide su opinión, como parte inocente, en una apuesta.
Don Quijote acepta y el hombre le cuenta la historia de un vecino muy gordo, once arrobas, que desafió a correr a otro muy flaco, cinco arrobas. La carrera había de ser de cien pasos con pesos iguales. Preguntan al desafiador como igualarían los pesos y propone que el desafiado, el de cinco arrobas, se ponga seis de hierro a cuestas.
A Sancho esto le suena, parece un caso como los que propusieron al gobernador de Barataria. No le parece bien lo de cargar con hierro al flaco y contesta antes de que lo haga su señor. Les dice que él dará su parecer, puesto que fue gobernador y juez, pocos días ha.
Don Quijote se siente sin ánimo, no está ni para dar migas a un gatito, y le da licencia.
Los labradores, con la boca abierta, esperan su sentencia.
Sancho opina que no es justo lo que el gordo pide porque el peso añadido le impediría vencer. Y su veredicto es que el gordo “se escamonde, monde, entresaque, pula y atilde”. ¡Cómo me gustan estos verbos! En conclusión, que saque de su cuerpo seis arrobas de carne, como desee. ¿Dieta, ejercicio o rebanando algún pedazo? Los dos con cinco arrobas y a correr.
"...es mi parecer que el gordo desafiador se escamonde , monde, entresaque, pula y atilde, y saque seis arrobas de sus carnes..."
Uno de los labradores compara a Sancho con un bendito y con un canónigo, pero está seguro de que el gordo no ha de querer.
Otro da la solución final: que no corran, el flaco no se muela, el gordo no se descarne, echen la mitad de la apuesta en vino y lleven a la taberna a “estos señores”. En conclusión, que les importa una higa la apuesta y el vino es el que ha de correr.
"Lo mejor es que no corran... y échese la mitad de la apuesta en vino, y llevemos estos señores a la taberna de lo caro..."
Don Quijote lo agradece pero no puede detenerse, pasa adelante y los deja admirados de su extraña figura y la discreción de Sancho.
Uno de ellos comenta que si el criado es tan discreto, el amo lo será más. Y apuesta que, si van a estudiar a Salamanca, pronto serán alcaldes de corte. ¿Estudiantes don Quijote y Sancho? Si que ha debido correr el vino en estas fiestas…
Un abrazo de.
María Ángeles Merino
Copiado de "La arañita campeña", de la entrada con el mismo título.
http://aranitacampena.blogspot.com.es/2010/09/y-mi-que-ha-pocos-dias-que-sali-de-ser.html
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